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Qué capacidad máxima tiene una planta mareomotriz actual

19/05/2025
Central costera: turbinas submarinas

La energía mareomotriz, aprovechando el movimiento constante de las mareas, se presenta como una alternativa de renovable prometedora para la generación de electricidad. A diferencia de otras fuentes de energía, como los combustibles fósiles, no emite gases de efecto invernadero, lo que la convierte en una opción crucial para combatir el cambio climático. Sin embargo, su implementación a gran escala enfrenta desafíos técnicos y económicos que deben ser superados para su desarrollo.

A pesar de su potencial, el sector de la energía mareomotriz aún se encuentra en una etapa relativamente temprana de madurez. Aunque existen ejemplos de plantas operativas y proyectos en estudio, la capacidad instalada globalmente es modesta comparada con otras energías renovables como la eólica o la solar. La información sobre la capacidad máxima alcanzada por las plantas existentes es variable y requiere un análisis cuidadoso para comprender las limitaciones actuales y las direcciones futuras de la investigación.

La Tecnología de las Centrales Mareomotrices

Las centrales mareomotrices, a diferencia de las hidroeléctricas tradicionales, no dependen del flujo constante de un río, sino del movimiento del agua de mar. Existen principalmente tres tecnologías para su aprovechamiento: las centrales de fisura (las más comunes), las centrales de marea ascendente y las centrales de presa mareomotriz. La tecnología de fisura, que consiste en una presa construida a través de un estuario o bahía, es la que actualmente tiene la mayor implementación. Las centrales de marea ascendente utilizan compuertas para aprovechar la subida y bajada del agua durante la marea. Finalmente, las centrales de presa mareomotriz constan de una presa que controla el flujo del agua para generar electricidad.

Cada tecnología tiene sus ventajas y desventajas en cuanto a costos, eficiencia y impacto ambiental. La tecnología de fisura, aunque es la más consolidada, puede tener un impacto significativo en el ecosistema marino, afectando la migración de especies y alterando el equilibrio ambiental. Por ello, la ingeniería y el diseño de estas centrales deben realizarse con una cuidadosa consideración del medio ambiente. La investigación continua busca minimizar estos impactos y optimizar el rendimiento energético de las plantas mareomotrices.

Capacidad Instalada Global y Ejemplos Clave

Actualmente, la capacidad global instalada de energía mareomotriz es relativamente baja, alrededor de 764 MW, distribuida principalmente entre Francia, Japón, Irlanda y China. La mayoría de la producción proviene de la central mareomotriz de Sihwa Lake en Corea del Sur, la única planta operando a gran escala que genera electricidad de manera comercial desde 2011. Esta planta cuenta con una capacidad instalada de 254 MW, basada en la tecnología de fisura.

También existen ejemplos notables de proyectos en fases de desarrollo. En Escocia, el proyecto Mey Gen, con una capacidad estimada de 96 MW, utiliza la tecnología de marea ascendente y promete ser el primer proyecto de este tipo a gran escala en el mundo. Asimismo, China está invirtiendo fuertemente en proyectos mareomotrices, con varios sitios en estudio y potenciales instalaciones en el futuro. El desafío radica en aumentar la capacidad de las plantas existentes y desarrollar nuevas tecnologías más eficientes y rentables.

Costos y Viabilidad Económica

La planta costera evalúa su viabilidad

El principal obstáculo para la expansión de la energía mareomotriz es su alto costo de inversión. La construcción de presas y otras infraestructuras marinas requiere de una inversión significativa, y los costos de mantenimiento y operación también pueden ser elevados. La tecnología de fisura, en particular, puede afectar la biodiversidad y la fauna marina, aumentando las posibles restricciones regulatorias y los costos asociados con la mitigación de impactos ambientales.

Sin embargo, los costos de la energía mareomotriz están disminuyendo a medida que la tecnología se avanza y se optimiza el diseño de las plantas. El estudio de nuevos materiales y técnicas de construcción puede reducir los costos y mejorar la eficiencia. Además, la energía mareomotriz ofrece una fuente de energía predecible y confiable, lo que puede ser ventajoso en comparación con otras fuentes renovables intermitentes como la eólica y la solar. La rentabilidad de los proyectos mareomotrices depende, en gran medida, de la ubicación y las condiciones del sitio.

Futuro de la Energía Mareomotriz

La investigación y el desarrollo en el campo de la energía mareomotriz se centran en el mejoramiento de la eficiencia y la reducción de costos. Se están explorando nuevas tecnologías, como las turbinas submarinas que no requieren de presas, que podrían tener un menor impacto ambiental y ser más accesibles en zonas con mareas pronunciadas. Además, la integración de la energía mareomotriz con otras fuentes renovables, como la eólica, puede ayudar a crear un sistema energético más robusto y diversificado.

Se espera que, con los avances tecnológicos y el apoyo político, la energía mareomotriz pueda jugar un papel cada vez más importante en la sostenibilidad energética global. La inversión en investigación, desarrollo y pilotaje de nuevas tecnologías es crucial para desbloquear el potencial de esta fuente de energía renovable y convertirla en una alternativa viable y competitiva. La innovación continua es la clave para superar los desafíos actuales y asegurar un futuro energético más limpio.

Conclusión

La capacidad máxima de una planta mareomotriz actual, a nivel global, se encuentra relativamente limitada, alrededor de 764 MW, dominada principalmente por la central de Sihwa Lake en Corea del Sur. A pesar de este pequeño número, la energía mareomotriz representa un recurso potencial significativo para la generación de electricidad limpia y predecible.

Si bien los altos costos de inversión y los desafíos técnicos asociados con la construcción de infraestructuras marinas han frenado su expansión, las continuas innovaciones tecnológicas y el creciente interés en la sostenibilidad energética señalan un futuro prometedor para esta fuente de energía renovable. Con la adecuada inversión y la aplicación de soluciones de ingeniería innovadoras, la energía mareomotriz podría contribuir de forma significativa a la transición hacia un sistema energético más limpio y resiliente.