
La energía mareomotriz, aprovechando el movimiento constante de las mareas, se presenta como una fuente de energía renovable prometedora. Su potencial es significativo, pero su implementación a gran escala enfrenta desafíos técnicos y económicos. El desarrollo de esta tecnología no es un esfuerzo solitario, sino que requiere de la cooperación y el intercambio de conocimientos entre naciones, impulsado por la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles y combatir el cambio climático. Esta colaboración internacional se extiende desde la investigación básica hasta el desarrollo de proyectos piloto y la construcción de plantas comerciales.
A pesar de las ventajas de la energía mareomotriz, su implementación aún es limitada. La tecnología está en una etapa relativamente temprana de desarrollo, y su viabilidad económica depende en gran medida de la ubicación geográfica, las condiciones del mar y la inversión en infraestructura. La globalización y la creciente conciencia ambiental han fomentado la necesidad de que diferentes países compartan sus experiencias y recursos para acelerar el desarrollo y la adopción de esta alternativa energética.
1. Proyecto European Marine Energy Centre (EMEC)
El EMEC, ubicado en las islas escocesas de Skye y Orkney, es un centro de pruebas de referencia a nivel mundial para tecnologías de energía mareomotriz. Su importancia radica en su capacidad para proporcionar un entorno controlado y realista para que las empresas puedan probar sus sistemas antes de su despliegue comercial. El EMEC ha trabajado en estrecha colaboración con instituciones académicas, empresas y agencias gubernamentales de Europa, América del Norte y Australia, generando un gran volumen de datos y conocimientos que son compartidos entre los participantes.
El proyecto ha sido fundamental para la validación de diferentes diseños de dispositivos maremotores, incluyendo las turbinas de flujo ascendente (OTEC) y las turbinas de flujo descendente (DTT). Además, el EMEC ha demostrado la necesidad de una infraestructura robusta para la operación y mantenimiento de estas instalaciones, lo que ha impulsado la investigación en áreas como la electrificación de las redes y la gestión de la energía. La colaboración continua con investigadores y la industria asegura que el EMEC siga siendo un centro de innovación vital.
El EMEC ha establecido alianzas estratégicas con organizaciones como la Agencia Europea de Energía Mareomotriz (EMEC) y diversas universidades, creando una red de conocimiento que se beneficia a todos los miembros. Estas asociaciones son cruciales para compartir mejores prácticas y superar los desafíos comunes en el desarrollo y la implementación de la energía mareomotriz.
2. Iniciativas de la Unión Europea
La Unión Europea (UE) ha implementado diversas iniciativas para promover el desarrollo de la energía mareomotriz. El programa Horizonte Europa, por ejemplo, financia proyectos de investigación y desarrollo en estudios de viabilidad, diseño de dispositivos, sistemas de control y análisis de impacto ambiental. La UE también ha establecido objetivos de energía renovable que fomentan la exploración de fuentes alternativas como la mareomotriz.
Asimismo, la UE ha impulsado la creación de la Agencia Europea de Energía Mareomotriz (EMEC), que actúa como un centro de coordinación y apoyo para la industria y la investigación en Europa. Esta agencia facilita la transmisión de conocimientos, la promoción de estándares y la identificación de proyectos piloto. La participación de múltiples estados miembros dentro del marco de la UE facilita la colaboración y el intercambio de información.
El apoyo financiero y político de la UE, junto con la puesta en marcha de políticas favorables a las energías renovables, han creado un entorno propicio para el desarrollo de la energía mareomotriz en los estados miembros de la Unión. La colaboración entre los diferentes ministerios de energía y las agencias reguladoras asegura una gestión eficiente de los recursos y la promoción de la innovación.
3. Proyectos de la Agencia Internacional de Energía (AIE)
La Agencia Internacional de Energía (AIE) juega un papel crucial en la promoción del desarrollo global de la energía mareomotriz. La AIE realiza evaluaciones técnicas y económicas de la energía mareomotriz en diferentes regiones del mundo, proporcionando información valiosa para los tomadores de decisiones. También apoya proyectos de investigación y desarrollo en países en desarrollo, facilitando la transferencia de tecnología y la capacitación de personal.
La AIE ha realizado estudios detallados sobre el potencial de la energía mareomotriz en regiones como Japón, Corea del Sur, España, Portugal y Canadá, identificando los mejores lugares para la construcción de plantas comerciales. La gestión de la información y la difusión de mejores prácticas son pilares fundamentales de la labor de la AIE. Estas evaluaciones ayudan a los gobiernos a establecer políticas y estrategias para la promoción de energías renovables.
La AIE fomenta la colaboración entre los países a través de la creación de plataformas de intercambio de conocimientos y la organización de conferencias y talleres. Estas oportunidades de colaboración son esenciales para la aceleración del desarrollo de la energía mareomotriz a nivel global. La AIE también trabaja con las instituciones financieras internacionales para movilizar inversiones en proyectos maremotores.
4. Colaboración con Asia Oriental

Países como Japón, Corea del Sur y China han invertido significativamente en la investigación y el desarrollo de energía mareomotriz. Estas naciones han desarrollado tecnologías avanzadas en el diseño y la fabricación de dispositivos maremotores, y han construido plantas de prueba a gran escala. La experiencia de estos países asiáticos es invaluable para el desarrollo de la energía mareomotriz a nivel mundial.
Japón, por ejemplo, ha sido pionero en el desarrollo de turbinas de flujo descendente (DTT), mientras que Corea del Sur ha liderado la investigación en tecnologías de flujo ascendente (OTEC). China ha construido varias plantas piloto de energía mareomotriz en el Mar de Bohai, lo que ha demostrado la viabilidad de esta tecnología en condiciones reales. La transferencia de tecnología y el intercambio de conocimientos entre estos países son cruciales para el desarrollo de la industria.
La colaboración entre los países asiáticos se ha fortalecido en los últimos años, dando lugar a la creación de consorcios de investigación y desarrollo y a la organización de eventos internacionales para compartir experiencias y promover la innovación. La intensificación de estas colaboraciones es fundamental para acelerar el desarrollo de la energía mareomotriz en la región.
5. Colaboración Norte-Sur
Si bien la cooperación con Asia Oriental ha sido prominente, también existe un creciente interés en la colaboración entre países del Norte y del Sur. Los países del Sur, como Brasil, Chile y Namibia, tienen un gran potencial para la energía mareomotriz debido a sus extensas costas y condiciones marinas favorables. La transferencia de tecnología y conocimientos desde los países del Norte puede ayudar a los países del Sur a desarrollar sus propios recursos maremotores.
Los países del Norte pueden beneficiarse de la experiencia y el conocimiento de los países del Sur en la gestión de recursos marinos y la adaptación a las condiciones locales. La colaboración puede también ayudar a abordar los desafíos sociales y ambientales asociados con el desarrollo de la energía mareomotriz, asegurando que los beneficios se distribuyan de manera equitativa. La sostenibilidad social y ambiental es un tema central en estas colaboraciones.
Es importante que la colaboración Norte-Sur se base en el respeto mutuo y la equidad, asegurando que los países del Sur tengan la capacidad de participar plenamente en el desarrollo de la energía mareomotriz. La democratización del acceso a la tecnología y los recursos es un objetivo fundamental para lograr una transición energética justa y equitativa.
Conclusión
La energía mareomotriz, gracias a la dinámica del océano, presenta un futuro prometedor como fuente de energía renovable. La colaboración internacional, como la ejemplificada por los proyectos del EMEC, las iniciativas de la UE, el trabajo de la AIE, la cooperación con Asia Oriental y las asociaciones Norte-Sur, es fundamental para superar los retos técnicos y económicos que dificultan su desarrollo masivo. No se trata solo de innovación tecnológica, sino de un esfuerzo conjunto que involucra a gobiernos, instituciones académicas, empresas y comunidades locales.
En última instancia, la implementación exitosa de la energía mareomotriz dependerá de la capacidad de los países para trabajar juntos, compartir conocimientos y recursos, y establecer políticas que promuevan la investigación, el desarrollo y la comercialización de esta energía limpia y sostenible. La red de colaboraciones actuales sienta las bases para un futuro en el que la energía mareomotriz contribuya significativamente a la transición energética global, mitigando el impacto del cambio climático y garantizando un suministro de energía confiable y limpio para las generaciones futuras.